El ambiente de protesta está presidiendo la actividad diaria del centro. El 90% del claustro está participando, no solo en estos paros (de los cuales el de mañana será el quinto) sino en reuniones asamblearias en las que la meta común de la defensa de la Educación Pública de Calidad aúna a un colectivo que cada vez está dispuesto a llegar más lejos en sus acciones.
Tras la constatación de que “hay dinero, pero se administra de un modo más que cuestionable”, el personal de enseñanza está intentando hacerse visible para “derribar falsedades arraigadas”. Tras años de carrera y preparación, “nuestro sueldo no supera los diez euros a la hora, sin contar con la continua denostación social que sufrimos y con unas condiciones laborales que la gente juzga sin conocimiento”
El personal de educación, como el de sanidad, reclama que la austeridad signifique recorte, pero donde hay gastos superfluos, no en los pilares de la justicia social de nuestra Democracia. “La crisis, es vivida por la Administración como una oportunidad para linchar los derechos de los trabajadores y generar nuevos nichos de mercado con la privatización de los servicios públicos. Que el ciudadano de a pie en general acepte sin rechistar esta austeridad, es el resultado de haberle aterrorizado con mensajes de ruina inminente, que en todo caso está generada por los especuladores en el campo financiero. Su cálculo les está dando resultado, y la gente incluso, después de apaleada, da las gracias”
