El Dulce Nombre de Jesus hace grande la mañana del Domingo de Resurrección

DOMINGO LOPEZ FERNANDEZ

            El domingo, 8 de abril, amaneció en Motril radiante y florido y la jornada invitaba a salir a la calle para festejar la resurrección del Señor. Desde temprana hora la archicofradía del Dulce Nombre de Jesús había dispuesto en la escalinata de la iglesia Mayor el tradicional puesto de campanas de barro que es típico del cortejo procesional que sale a la calle en el mediodía para conmemorar con su alegre tañido la resurrección del Señor. Como se sabe, esta fiesta fue recuperada en 1990 por la Asociación Motril Cofrade con el fin de instituir una procesión infantil que mostrase triunfante al Niño Dios. Esa procesión inaugural se verificó por aquel entonces con una imagen cedida para la ocasión por la parroquia de Valor y constituyó todo un éxito de público y participación ciudadana. Dos años más tarde el patrimonio artístico de la iglesia quedaba engrandecido con una nueva imagen de Jesús Niño que era realizada por el artista cordobés Miguel Ángel González Jurado, al margen de que la cofradía del Dulce Nombre quedaba perfectamente asentada en el ámbito pasionista de la ciudad. En cualquier caso es importante destacar que la fiesta de la Resurrección del Señor ha logrado alcanzar gran renombre en nuestra ciudad y por este hecho ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde el año 2003.

            La procesión del Dulce Nombre de Jesús organizaba su cortejo procesional pasadas las 12:00 hrs. del domingo y lo hacía ante una impresionante muchedumbre que se hallaba congregada en la plaza de España. Se estima que varios miles de personas se encontraban presentes en ese mismo momento para contemplar la salida procesional del Niño Dios que bendice a los fieles a su paso por las calles. La procesión quedaba formaba tras bajar la escalinata de la iglesia y abría su marcha la cruz parroquial junto a dos hermanos de la cofradía con báculo presidencial. Le siguen el estandarte del Dulce Nombre, cruz parroquial con manguilla y una representación parroquial que precede a un nutrido grupo de niños que marcha junto a sus padres tañendo las típicas campanas de la resurrección. A continuación cuerpo de cuatro ciriales y el impresionante paso barroco que muestra al Niño Dios omnipotente en actitud de bendecir. Este año la imagen estrena un juego de potencias de plata sobredorada sobre su cabeza, además de ir revestido con una antigua túnica bordada en hilo de oro. El paso va comandado por su capataz, Rocío Rodríguez, que finaliza en este ejercicio su actividad como tal al cumplir la edad reglamentaria. Finalmente actúa como acompañamiento musical la banda de cornetas y tambores  de Molvizar, que por imperativos de última hora sustituye a la inicialmente contratada, la banda de música de Itrabo.

El itinerario fijado por la junta de gobierno de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús partía en la mañana desde su sede canónica, la iglesia Mayor y ha continuado por Plaza de España, Romero Civantos, Plaza de Díaz Moreu, Catalanes, Jardinillos, Virgen del Valle, Plaza de las Palmeras, Emilio Moré, Plaza de Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, para desde aquí proceder a su regreso al templo. En torno a las 14:30 hrs. el paso del Niño Jesús cruzaba el pórtico de la puerta lateral de la iglesia, dando por finalizada la procesión.

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