El Cristo de la Expiración confiere penitencia debida a la estación del Viernes Santo

DOMINGO LOPEZ FERNANDEZ

            El viernes santo es un día solemne, pues los cristianos conmemoran la muerte de Cristo tras su crucifixión. Esa solemnidad se contempla igualmente en la ciudad, que muestra durante todo el día el ambiente festivo que caracteriza a la jornada. En este día en el que se hace difícil encontrar una plaza de aparcamiento libre en Motril tienen fijada su salida penitencial dos corporaciones nazarenas. La primera de ellas, la más temprana, corre a cargo de la Muy Antigua Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús y Primitiva y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera Cruz (Cristo de la Expiración) y María Santísima del Valle. Por sus antecedentes y la advocación de su titular es la más antigua dado que existen datos históricos que remontan su orígenes al siglo XVI. Media hora después sale a la calle la cofradía del Santo Sepulcro, cuyo cortejo queda igualmente revestido de cierta antigüedad ya que existen referencias escritas que citan su vigencia en el siglo XVII.

            El viernes santo había interés en Motril por ver la salida penitencial de esta joven cofradía y así quedaba de manifiesto en la plaza de España, donde se había congregado un numeroso público desde muy temprana hora. En verdad la jornada penitencial había suscitado cierta preocupación en los círculos cofrades por los pronósticos meteorológicos que avanzaban un 90% de probabilidades de precipitaciones en la costa granadina. Afortunadamente solo fue un aviso, aunque en la mente de muchos quedó fijada la estampa del año anterior, en la que la procesión quedó suspendida por causa del mal tiempo y ello a pesar de que finalmente no llegó a llover.

Tal como estaba anunciado, la Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús ponía en la calle su cortejo penitencial a las 20:30 hrs. Lo hacía desde su sede canónica, la iglesia Mayor de la Encarnación, templo en el que se veneran sus dos titulares, el Santo Cristo de la Expiración y María Santísima del Valle, aunque ésta última desde hace unos años no figura en el cortejo. Abren la marcha dos muñidores tañendo una campana en señal de la proximidad del séquito, la cruz guía y dos filas de penitentes que portan faroles en las manos. Junto a ellos, el libro de reglas y la popular “Bacalá”, insignia que no pudo ser estrenada el año anterior por causa de la suspensión de la estación de penitencia. A continuación se dispone la cruz parroquial con manguilla, cuerpo de cuatro ciriales y el incensario. Finalmente el paso del Cristo de la Expiración sobre un fino tapiz de iris morado en el que se yergue majestuosa la imagen que tallara el escultor Raúl Trillo en 1999. Como es costumbre en esta cofradía desde su fundación no figura acompañamiento musical alguno.

El paso del Cristo de la Expiración luce en este año un estreno significativo, concretamente las imágenes de los Evangelistas San Juan y San Lucas, ambas realizadas en talla completa por el escultor cordobés Jesús Gálvez. La primera de ellas, colocada en la esquina izquierda, porta el libro abierto que le identifica. San Lucas se ubica en el frontero derecho y muestra al evangelista tocado con un paño a la usanza hebrea y un libro cerrado que va recogido sobre la cadera izquierda. Ambas imágenes fueron bendecidas el pasado 31 de marzo en la iglesia Mayor tras la función eucarística.

El itinerario marcado para este año por la junta de gobierno de la archicofradía ha partido desde la iglesia Mayor y ha continuado por Plaza de España, Romero Civantos, Plaza Díaz Moreu, Emilio Moré, Plaza de las Palmeras, Cruz Verde, Plaza Bustamante, Teatro, Nueva, Cuatro Esquinas, Mercado Alto, Camino de las Cañas, Federico Gallardo, Placeta del Sol, Curucho, Plaza Canalejas, Catalanes, Plaza Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España y de ahí su clausura en el templo.  Como balance hay que hacer constar que el cortejo de la Vera Cruz  ha destacado en todo su recorrido por su peculiar forma de tránsito y el característico habito penitencial con cola recogida y cíngulo franciscano. Concretamente merece la pena resaltar su paso por la tribuna oficial, la lectura de “Las Siete Palabras” desde la ermita de la Virgen del Carmen, el giro de la placeta del Sol o el encierro en la iglesia mayor, acto que tuvo lugar en torno a las 23:30 hrs. de la noche.

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