Emilio Díaz Moreu, militar motrileño con honra y honor

DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ

            Tal como estaba anunciado, el pasado jueves, 26 de enero, el Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos confería en Motril el segundo de los homenajes que tiene proyectados para este año, el del comandante y héroe de la guerra de Cuba D. Emilio Díaz Moreu. Fue en el salón de actos del Centro Cultural de Caja Granada y allí se dieron cita cerca de un centenar de personas que querían saber  cual fue el papel de este motrileño en la guerra hispanoamericana. Para esta ocasión el Aula de Pensamiento había invitado como orador a un personaje de excepción, el investigador José López Lengo, quien durante varios años ha indagado en numerosos archivos para adentrarse en la figura del personaje. Fruto de esta labor es un libro inédito que en los próximos meses se pretende que vea la luz pública con el fin de honrar la figura del marino motrileño.

            Comenzaba el acto con la presentación del presidente del Aula de Pensamiento, Gerardo Martín, que recordó los fines planteados por la asociación y la serie de homenajes que este año quiere dedicar a otros personajes de relieve como son el arquitecto Antonio Pintor Ocete, el escultor Fernando Correa Antúnez o el poeta Gaspar Esteva Ravassa.  Minutos después iniciaba su intervención el conferenciante, quien aclaró a los presentes los errores que la historiografía local ha cometido con D. Emilio Díaz Moreu. D. Emilio no fue almirante, sino capitán de navío. Un almirante, dijo, manda una escuadra y no un buque como hizo el motrileño. Además desveló que nació en 1846 y no en 1848 como tradicionalmente se le atribuye. Igualmente aclaró el lugar de fallecimiento, Alicante, el 1 de marzo de 1913.

JOSÉ LÓPEZ LENGO

José López Lengo hilvanaba momentos después la línea sucesoria de D. Emilio partiendo de sus ascendientes más directos y que hacía remontar al siglo XVIII. Continuó con elogios a su figura en distintas etapas de su vida militar tales como cuando los periodistas de Melilla le felicitaban públicamente en el mes de octubre de 1893 tras una acción heroica contra los rifeños levantados en armas. O también, y usando sus misma palabras, cuando dirigió una alocución a la dotación del acorazado Cristóbal Colón al arbolar la bandera en el buque. En la larga sucesión de acontecimientos históricos que precedieron la guerra americana se detuvo en desgranar los hechos que dieron lugar a la interceptación de una carta del embajador español Dupuy de Lome al liberal Canalejas en la que atacaba al presidente Mackinley, incidente que costó el puesto al diplomático. También refirió el oscuro episodio de la explosión del buque americano “Maine” en Santiago de Cuba, hecho que a la postre provocará el inicio de la guerra.  Finalmente hizo un concienzudo relato de los sucesos acaecidos a la armada española en su periplo hasta la bahía de Cuba justificando la derrota naval por la superioridad armamentística de los americanos. No obstante afirmó que los españoles se batieron con honor y no rindieron sus buques. Los marinos españoles fueron presos de los americanos y tuvieron un trato exquisito como héroes de guerra.

            La historia relatada por el conferenciante fue bastante amena y distendida y estuvo jalonada en todo momento con multitud de anécdotas históricas. Finalmente se dio por terminado el acto con un breve coloquio en el que el conferenciante contestó a una pregunta que pretendía desvelar la actitud de D. Emilio Díaz Moreu ante la batalla final con los americanos. D. José López Lengo afirmó que actuó con honor y puso en su boca las palabras dirigidas a su familia previendo el destino que tenía asignado si Dios no lo remediaba: “Se aproxima una catástrofe naval semejante a la de Trafalgar; descuento mi vida y la de los que me acompañan; mi buque y mi bandera irá al enemigo a cogerlos al fondo del mar, ojala que este sacrificio salvara a la Patria, pero está tan adormecida en la servidumbre que ni cuenta pedirá de nuestra vidas a los hombres ineptos que así exponen marinos y barcos”.

            Con la conferencia de D. José López Lengo la figura de D. Emilio Díaz Moreu está más cerca de los motrileños. Fue marino con honra y aunque murió en Alicante, su familia quiso que años después sus restos reposaran en el panteón familiar del cementerio motrileño. Allí manos anónimas le rinden tributo de admiración y recuerdo dejando a sus puertas infinidad de velas encendidas, gesto que se viene repitiendo día a día desde hace bastantes años.

            La conferencia de José López Lengo finalizaba pasadas 22,30 hrs, siendo posteriormente felicitado por las numerosas personas presentes, entre las que destacaban familiares directos del militar motrileño.

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