DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ
Durante estos días y a modo de estación previa a la Jornada Mundial de la Juventud que va a tener lugar en Madrid del 16 al 21 de agosto de 2011, Motril se ha convertido en ciudad de acogida para dos centenares de jóvenes que proceden de varios países del mundo. Su llegada a la ciudad se verificaba a las 19,30 hrs. del pasado jueves, 11 de agosto, tras recalar en el Auditorio de la villa de Salobreña, lugar de concentración del grupo. En concreto se trata de 199 jóvenes de entre 16 y 30 años que proceden de Polonia, Italia, EE.UU. y Colombia y a los que se ha visto pasear en grupo por la ciudad con las banderas representativas de sus respectivos países. Van, asimismo, acompañados de sus guías espirituales, entre ellos un sacerdote de Cincinnati, dos polacos, tres italianos junto a un diácono y dos colombianos.
La acogida de los jóvenes en Motril tenía lugar en la noche del mismo día 11 en la plaza del Ayuntamiento, donde el alcalde de la ciudad y el resto de autoridades les daba la bienvenida con sentidas palabras en castellano y en inglés. El discurso del primer munícipe se centró, sobretodo, en “la llamada de los valores auténticos de la fe católica, de los que vosotros sois exponentes, signo y ejemplo”. Fue un acto emotivo que contó con un reducido número de familias motrileñas dada la escasa difusión que se ha dado a la noticia. Desde ahí se procedió al reparto en casas de acogida, en concreto 15 de ellos, mientras el grueso de la expedición se distribuía en los lugares habilitados por la comisión organizadora. Así, el grupo americano ha pernoctado en la parroquia de San Antonio y el correspondiente a italianos y polacos en el polideportivo municipal enclavado en la zona norte de la ciudad. Por lo que respecta al grupo colombiano decir que fue ubicado en la vecina ciudad de Almuñécar.
Durante su estancia en Motril los grupos de jóvenes han realizado diversas actividades lúdicas y de esparcimiento que han compaginado perfectamente con recorridos turísticos y visitas a los museos de la ciudad. El día de la ofrenda floral, por ejemplo, estuvieron presentes en el parque de los Pueblos de América para asistir a la eucaristía que ponía el punto y final al año jubilar mariano, ceremonia religiosa que presidió el Ilmo. Sr. Arzobispo de Granada. Ellos mismos fueron partícipes de las peticiones y oraciones y, particularmente, en los cánticos religiosos típicos de sus países de origen. Al día siguiente, sábado, tras celebrar una misa en la iglesia de la Encarnación, marcharon para la ciudad de Granada, donde pudieron visitar monumentos emblemáticos tales como la Cartuja, la iglesia de San Juan de Dios, San Jerónimo, la Catedral y la Capilla Real, además del entorno de la Alhambra. De vuelta a Motril y ya en la noche, a las 22,30 hrs, pudieron presenciar un espectáculo musical en la plaza de la Coronación que estuvo a cargo del Grupo Aral. Paralelamente a estos actos, en esa misma mañana, un grupo de 400 jóvenes que se encuentran acogidos en la capital granadina y que proceden de EE.UU., Brasil, Colombia, Méjico, Italia y Polonia llegaban a la ciudad para visitar el Santuario de la Patrona y ganar las indulgencias. En dicho acto tuvo lugar la misa del peregrino, ceremonia religiosa que fue oficiada por el Obispo Auxiliar de Sao Paulo (Brasil), que les ha acompañado desde Granada.
El domingo, 14, el grupo de jóvenes realizó una jornada de convivencia con las parroquias de Motril y un almuerzo de confraternidad, acto que tuvo lugar en la nave de los Arcos de la Fabriquilla. Ya en la noche marcharon definitivamente para Granada, donde tenían previsto asistir a la eucaristía que había de celebrarse en la plaza de toros de la capital. Allí se dieron cita con jóvenes procedentes de numerosos países del mundo con los que pudieron confraternizar y asistir, igualmente, a un espectáculo de arte flamenco. Los jóvenes peregrinos acogidos en Motril han mostrado en todo momento su satisfacción de estar presentes en la ciudad, donde han podido asistir a la clausura del año jubilar, un año santo por excelencia que gratifica con su presencia a cualquier cristiano.