ENTREVISTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN DE PAPEL.
A pesar de su juventud, Nicolás Navarro ya lleva cuatro años de gestión como concejal a sus espaldas y muchos más como miembro de las Nuevas Generaciones Populares.
Tras el 22 de mayo Carlos Rojas confió en él para hacerse cargo del mantenimiento de la ciudad, sus playas y sus jardines; esta vez como teniente de alcalde.
Navarro apela a la escasez presupuestaria como principal hándicap: «Fiestas cuenta con una asignación anual de 170.000 euros y sólo en el acondicionamiento del ferial se gastan cien mil». Cuando habla de mantenimiento se refiere al «embellecimiento de mi ciudad».
Un nuevo recinto ferial, un gran auditorio y la continuación en la recuperación de los edificios históricos para el enriquecimiento cultural de Motril son algunos de sus retos. Ganas no le faltan.
Han pasado dos meses desde las elecciones y los ánimos están más calmados ¿cómo se propone afrontar los próximos cuatro años?
— Con mucha ilusión porque volver a tener la confianza de los ciudadanos ha sido uno de los objetivos del partido para encarar los cuatro años con muchas ganas, a pesar de la mala situación económica. Nosotros le damos mucha importancia a que el resultado de las elecciones llevara hacia un gobierno fuerte, con la suficiente mayoría para tomar las decisiones necesarias e importantes para optimizar los recursos del Ayuntamiento; el hecho de que se hayan unido diferentes áreas municipales no es un capricho sino una necesidad y, de hecho, se está viendo así. Basta con el ejemplo del arreglo de una calle donde una misma área pueda encargarse de la acera, el asfalto y la planta. Hoy día la administración tiene mucha burocracia y acabar con tramitaciones innecesarias en una forma de facilitar las cosas.
El hecho de que durante cuatro años varias áreas estuvieran gobernadas por otro partido ¿era una dificultad para trabajar de manera más eficaz?
— En el tema de playas y conciertos, por ejemplo, el hecho de que las áreas de mantenimiento de playas y turismo estén unidas bajo un mismo signo político aunque estén en diferentes conce-
jalías acaba con una serie de trabas y dificultades que, de alguna forma, se crean con los pactos; limitan la gestión diaria. No quiero decir con esto que no nos gusten los pactos puesto que son importantes porque los resultados electorales son la directriz que marca la ciudadanía; eso sí, un pacto multipartidista dificulta la gestión y no está el Ayuntamiento como para no trabajar bien por los intereses partidistas de las distintas partes. En el anterior gobierno, el pacto era a dos bandas y ha habido un respeto máximo durante los cuatro años y así se ha mantenido hasta el último momento. Estamos agradecidos al Partido Andalu-
cista y siempre lo estaremos, no es algo nuevo y podemos hablar de un pacto fuerte y unido hasta el último momento. Los ciudadanos han decidido que ahora sea un partido quien tome las decisiones y así hay que hacerlo.
Repite experiencia en varias áreas pero se hace cargo de otras tantas y además como teniente de alcalde ¿se podría calificar de reto?
— La verdad es que sí, es todo un reto personal porque las áreas que se me han encomendado son de una gran responsabilidad porque se trata de todo el mantenimiento de una ciudad incluyendo sus playas y sus jardines; todo ello hace que la tarea sea muy grande. Los ciudadanos tienen las miras muy claras: hay un concejal responsable de toso esto. En la situación en la que estamos, el desafío es mayor porque no es lo mismo contar con presupuesto suficiente para imprimir tu forma de trabajar en las calles que hacerlo sin recursos. No siempre vas a estar a la altura de las circunstancias.
Soy una persona muy exigente conmigo mismo y con el trabajo y eso, en una situación como la actual, te abre los ojos hacia la realidad de crisis y te obliga a optimizar y sacar tu trabajo con lo que hay; eso no significa que no se vaya a hacer bien o que no haya días en los que te vas a casa con el mal sabor de boca de no poder hacer todo lo que te gustaría. Pero la ilusión de que serán buenos años de gestión sigue ahí.
¿Qué le diría a quien dice que el Ayuntamiento está gobernado por sólo tres personas y que el resto de concejales casi no cuentan?
— El hecho de que las áreas se hayan unido no es fruto de la casualidad sino de la necesidad de unificar los recursos y el trabajo. Es muy importante que los trabajadores se sientan liderados por un solo concejal a la hora de tomar decisiones y pongo ya el ejemplo de los resultados: el hecho de que las playas las lleve el mismo edil que lleva el mantenimiento de las calles y los jardines hace que, a día de hoy, Playa Granada cuente por primera vez con plantas de flor en sus jardineras al mismo tiempo que se han mejorado los pasos de peatones y las fuentes ornamentales. Antes había que poner de acuerdo a tres concejales y se multiplicaban esfuerzos y gastos. A groso modo la distribución de las concejalías se divide entre José García Fuentes y yo pero no porque seamos más válidos sino porque el alcalde así lo ha decidido. Eso no quiere decir que los demás no sepan llevar más responsabilidad. Hay que recordar que la unificación de recursos era una de nuestras propuestas electorales dentro de la gestión interna del Ayuntamiento así que no hay sido ninguna sorpresa.
¿Cuáles han sido los principales logros del último mandato en las áreas que ahora también dirige?
— Hay dos cosas importantísimas. Una es el Plan Integral de Juventud (PIJ) que se ha desarrollado como comienzo de nuevas políticas de juventud y que ha hecho ver a los jóvenes que el Ayuntamiento puede darle lo que piden; normalmente no es dinero sino espacios para exponer, ensayar o reunirse. Para ello se les han abierto edificios como el Teatro Calderón de la Barca, una sala del Centro Joven y la Casa de la Condesa. Estas políticas se verán reforzadas con la puesta en marcha de un segundo plan. En materia de cultura, el plan de actividades permanentes y de calidad así como el de infraestructuras culturales, en época de crisis era muy difícil hacerlo pero ha dado muy buenos resultados. Haber arreglado el entorno de la Iglesia Mayor, ornamentarla y que la gente lo esté disfrutando como centro de actividades culturales es fruto de haber tocado muchas puertas y haber pensado en posibilidad sin que el Ayuntamiento ponga todos los recursos para acometerlo. El Museo de la Historia (MihMo) es una realidad. No se trata sólo de cultura como actividad sino como gestión del patrimonio o de participación de asociaciones; ejemplo de ello son el Certamen de Polifonía propuesto por la Coral Armiz o el Certamen de Pintura ‘Ramón Portillo’ que el gobierno pretende prolongar durante muchos años. En cuanto haya disponibilidad presupuestaria está pensado hacer un gran certamen nacional de poesía.
¿Significa esto que hay un antes y un después en la gestión cultural en la ciudad
?
— Estoy convencido de que sí porque, además, he contado con la satisfacción de que los ciudadanos así lo han reconocido; una alegría dentro de los malos ratos que puede conllevar la situación económica de crisis. He contado con el aprecio de la ciudadanía porque se están viendo cosas que antes no se habían visto: hemos pasado a tener cinco edificios históricos iluminados de no tener ninguno; el Centro Geominero y el Museo de Historia se han unido al Centro Pre-industrial para agrandar la oferta cultural en sólo cuatro años. La Casa Ruiz y la primera fase de la Fábrica del Pilar se unirán pronto a este patrimonio. Hemos cambiado Motril de pueblo a ciudad y no sólo en la palabra sino en el concepto cultural: la cultural marca el despegue de una ciudad porque no hay ciudad sin cultura ni cultura sin ciudad.
Ha aumentado responsabilidades con el cargo de más áreas ¿Cuáles con las metas a seguir en estos cuatro años venideros?
— Lo primero es dar una respuesta rápida a las peticiones vecinales en materia de mantenimiento de la ciudad que, muchas veces, será positiva si se puede hacer pero, en el caso de que no se pueda satisfacer la petición de un vecino se le explicará el porqué. En mantenimiento espero que lo que se haga se realice también para mejor no sólo por acometer actuaciones. El concepto de embellecimiento tiene que ir de la mano del de mantenimiento. Embellecer la ciudad supone utilizar los mejores materiales pero a bajo precio yendo a todos los sitios necesarios hasta encontrarlos, poniendo mejores plantas, nuevas y más duraderas que conviertan en ornamental cualquier zona verde. Es un objetivo que puede estar limitado por el presupuesto pero sé que al mismo precio hay muchas posibilidades; no hay que quedarse con lo primero que veas sino que hay que buscar y traer lo mejor para Motril. En materia cultural, hay que seguir apostando por actividades de calidad permanentes. En juventud hay que realizar el segundo plan. Hay una concejalía, la de agricultura, desde la que pretendemos canalizar las peticiones y preocupaciones de los profesionales del sector en uno mismo foro con la reactiva-
ción del Consejo Municipal Agrario y que sea aquí donde se decida qué caminos rurales hay que asfaltar o qué campaña podemos hacer desde el Ayuntamiento para promocionar nuestros productos. No tenemos competencias en agricultura pero sí podemos estar al lado de los ciudadanos y agricultores, tomar medidas de presión para la mejora del sector como la ampliación de la zona de regadío.
Al hablar de mantenimiento y playas también se debe mencionar el Plan ‘Urban’.
— El objetivo claro es desarrollarlo al cien por cien hasta el año 2015. Lejos de lo que se ha venido diciendo, en el ‘Urban’ se ha trabajado y mucho. Un plan de estas características tiene mucho procedimiento interno y muchas gestiones previas. Aun así ya se ha hecho el Centro de Salud; en septiembre comenzamos las obras de todos los contenedores soterrados, más de cien desde la playa de Poniente hasta Varadero. A comienzos del próximo año se va a comenzar con la actuación de la Rambla de las Brujas y está previsto que se saque a concurso el centro estrella: el de congresos, recepción turística y escuela de hostelería donde se gastarán seis millones de euros. No será un edificio normal sino que, por sus características externas y sus prestaciones internas, será singular y referente del turismo de la zona y de la propia ciudad.
El ‘MOTRIL’ de la entrada de la ciudad ¿es su primera actuación al frente de la concejalía de mantenimiento de jardines?
— Esa decisión se tomó antes de campaña electoral. Hacía tiempo que queríamos arreglar las rotondas de la ciudad y se comenzó cuando se pudo. Esa es la línea a seguir porque todas las entradas a Motril van a tener espacios singulares con iluminación ornamental. Es lo que queremos: cuando una persona entre a Motril vea desde el principio que está bonito.
¿La concejalía de Fiestas es una de las más perjudicadas por la escasez presupuestaria?
— El esfuerzo de los últimos cuatro años ha sido muy importante. Hemos reducido el presupuesto en un tercio con respecto al de 2006; ahora mismo, Fiestas cuenta con 170.000 euros al año desde los más de 450.000 euros de hace cinco años. Hay que tener en cuenta que nada más que poner el recinto ferial en marcha está en torno a los cien mil euros; no podemos olvidar que el recinto es un descampado y hay que trabajar desde la iluminación artística hasta los servicios. En definitiva, acondicionarlo para la llegada de personas en siete días. Con los 70 mil euros restantes tienes que hacer actividades, promoción, decoración y poco más. De lo que se trata, para los próximos años, es que la feria de agosto pierda su atractivo por el concierto que hay en la caseta municipal y se convierta en una zona familiar donde pasarlo bien en las casetas. Eso se va a conseguir, y no tengo la menor duda, con el nuevo recinto ferial donde habrá casetas iguales prefabricadas donde ir desde por la mañana pues se situará allí también la feria de día. El atractivo estará en ir a las casetas, a estar con la familia y amigos, a escuchar música andaluza y tomar raciones o tapas en un buen ambiente tal y como ocurre en las grandes ferias andaluzas. Conciertos habrá durante todo el año y muy buenos.
¿Y cómo llegan a Motril tres grandes festivales como los de este verano si no hay presupuesto?
— El Ayuntamiento en este caso no aporta ni un euro tan sólo cede el uso de la plaza de toros. Esto se consigue porque la Costa Tropical tiene potencialidad y en materia de conciertos puede ser un espacio muy goloso para los productores. En la Costa se triplica la población en verano, está cerca tanto de Málaga como de Almería y de Granada donde las tasas de espacios públicos y la burocracia amedrentan a los productores a contratar sus espectáculos. Motril tiene que aspirar a consolidarse como núcleo de eventos culturales y musicales y, por el momento, demasiado es que al Ayuntamiento no le cueste nada festivales como el Rumbitas o Alan Parson Proyect. A lo largo del tiempo hemos logrado credibilidad por nuestra forma de trabajar y así hay que hacer en todos los sectores para dar a Motril el empuje en todos los ámbitos.
¿En qué situación están las gestiones del nuevo ferial?
— En el último trimestre del año queremos retomar la consulta popular y, aunque no es vincu-lante, con lo que se determine comenzaremos a trabajar. Lo que tenía frenado el nuevo recinto era el Plan Subregional pero con su aprobación podemos poner a disposición de los empresarios el Cortijo del Conde y, con parte de la inversión para la creación de un centro comercial, se acometerá la construcción del nuevo recinto.
Si la puesta en marcha del nuevo recinto ferial va unida a la construcción por parte de un empresario de un centro comercial ¿la actual situación de crisis no podría retrasar todo esto?
— Estoy convencido de que buscando se encuentra. Si nos centramos en quince días de Fitur no va a venir nadie pero si creamos una estrategia de trabajo podemos conseguir muchas cosas porque hoteles y centros comerciales se siguen construyendo y como ejemplo de ello no hay que ir más allá de la capital granadina con el Granada Plaza que se ha gestado en dos meses con más de 40 millones de inversión. Lo que está claro que si no vamos a tocar a las puertas de los empresarios, éstos no van a venir a Motril. Lo que te decía antes, la unión de Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente hará que, quien venga a pedir una licencia de obra tenga también la de apertura y la de impacto ambiental a través del mismo personal. Hay que facilitar el trabajo y ayudar a quienes vengan a mejorar la ciudad.
Se habló durante mucho tiempo de la construcción de un gran auditorio ¿en qué punto está este asunto?
— Queremos hacer el auditorio ‘Ciudad de Motril’ en los terrenos adjuntos a la Ronda Sur con una capacidad entre 800 y mil localidades que nos permita atraer los conciertos acústicos de invierno de las grandes bandas, que suelen ser económicos pero que sin aforo no se pueden hacer. Además, el espacio nos permitiría abaratar los costes de las obras de teatro y hacer que llegaran más carteles ya que, en una única función, se podría satisfacer a todos los espectadores que a día de hoy no caben en el Calderón de la Barca. El objetivo es convencer a las administraciones supramunicipales: tocaremos en la puerta de la Diputación y de la consejería de Cultura donde había una línea de inversión de estas características que se paralizó por la mala situación económica. Se siguen haciendo auditorios en España así que habrá que trabajar en ello porque no es sólo un espacio escénico para Motril sino para toda la Costa Tropical, donde no hay ninguno auditorio y menos de más de 300 localidades.
¿Se ha dado ya algún paso en este sentido?
— Se han dado pasos muy importantes ya como la cesión del terreno a la Junta de Andalucía, once mil metros cuadrados que están valorados en 3,5 millones de euros. El siguiente paso es hacer un anteproyecto y estamos barajando la posibilidad de hacer un concurso de ideas y seguiremos trabajando para convencer a la administración de la importancia de este edificio de modo que no esté ligado a una subvención sino que sea una inversión plurianual algo difícil en los tiempos que corren pero no imposible.
El PP ya está en la Diputación y se acercan elecciones autonómicas y generales, ¿compartir siglas facilitaría todo aquello que venga desde administraciones supramunicipales?
— No vamos a esperar que la Diputación nos resuelva ahora todos los problemas pero sí es cierto y necesario que los ciudadanos conozcan la Institución Provincial. Durante cuatro años hemos visto como el presidente de la Diputación no ha venido ni una sola vez al ayuntamiento de Motril y sí al puerto. Eso no es de recibo y por eso han tenido su castigo. Todas las encuestas que se han hecho a lo largo de estos años hablaban de que más del 70 por ciento de la ciudadanía no conoce quién era el presidente de la Diputación; el objetivo fundamental es que los ciudadanos conozcan esta administración pero no porque es muy bonita sino porque invierte en la zona. Motril ya conoce que la vicepresidenta primera es su concejal y la número 2 de la lista del PP en su ciudad y ahí ya tiene algo a su favor. No se trata de que la Diputación va a actuar de forma partidista allá donde gobierno el PP sino de que los motrileños reciban lo que les corresponde como ciudadanos de la provincia de Granada. Lo que no puede ser es que proyectos como el Son de Azúcar se eliminaran cuando comenzó a gobernar el Partido Popular pero sí se financien otros como el Tabaco Blues en Vegas del Genil, donde manda el PSOE. Se han dado subvenciones o ayudas de manera dedil según lo que quisiera determinado diputado y lo que hay que recibir es lo que nos corresponde como ciudadanos pertenecientes a la Diputación, ni más ni menos.