«Lorca en el Generalife»

Si algo tiene la obra de Lorca es Granada. Y si algo tienen las noches estivales del Generalife es a Lorca. 
Como cada verano el Teatro del Generalife se inunda de flamenco inspirado en Federico García Lorca. En esta ocasión es Eva «La Yerbabuena» la encargada de dirigir el espectáculo «Federico según Lorca». Y hacia él nos dirigimos caminando por el Paseo de Los Cipreses; son las nueve de la noche y, pese a que la obra comienza a las diez, el espectáculo ya ha comenzado: el paseo desemboca en uno de los atardeceres más hermosos del mundo. Con la Alhambra a la izquierda derramándose sobre el monte Sabika el sol se va escondiendo por poniente con el Albayzín como acento insuperable del ocaso. En los aledaños del teatro una barra recibe al público con toda suerte de canapés y bebidas entre las que cabe destacar una oportuna limonada. En los instantes previos al comienzo de «Federico según Lorca» en el ágape los asistentes departen tranquilamente saboreando las vistas.
Son las diez y una voz en off avisa del inminente comienzo: «Señoras, señores, el espectáculo comenzará en cinco minutos». Los acomodadores se afanan en colocar a cada uno en su asiento. «Lorca y Granada se llama el teatro» comenta una asistente de edad avanzada. «Lorca y Granada» da igual como se llame la obra. La gente sabe que Lorca es Granada y viceversa. 
La puesta en escena es sencilla: un muro grande y macizo se erige en el centro del escenario. El mismo muro que nunca le impidió avanzar a Federico y que a la vez fue el que truncó su vida. Detrás una gran pantalla va alternando imágenes de aves, el mar, hormigas, secaderos de tabaco… formando un collage que se funde con la música. La idea es una música flamenca tradicional como base de un sonido más contemporáneo que a la vez no sea ni contemporáneo ni tradicional sino, como Paco Jarana, director musical define, que sea solo música. Y a través de ella y del baile representar no tanto una obra concreta de Lorca si no sus anécdotas, sus paisajes y las charlas sobre él. Y es un mérito la concepción de Eva «La Yerbabuena» a la hora de enfocar este trabajo ya que sobre Federico García Lorca se ha escrito e interpretado hasta la saciedad. Así se puede sentir la vida del de Fuentevaqueros; se perfila la historia, su alma, todo lo que le llevó a convertirse en el genio español de las letras más internacional. 

En resumen se trata de una alternativa más para las noches de verano. Tras un día de playa una noche de ensueño a la que como colofón se le añade el opcional descenso por el bosque central de La Alhambra hasta la ciudad digiriendo lo visto en el teatro. 
La obra estará en cartel desde el 20 de julio hasta el 27 de agosto y se representará cada noche a las 22h salvo los domingos por descanso de la compañía. El precio del espectáculo es de 30e salvo los lunes que tienen una oferta especial de 2×1. Y, cómo dijo Machado: «Solo el necio confunde valor y precio» pues estas dos horas de Lorca valen mucho más.

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