Las obras del tanatorio de Calahonda están en su última fase y se prevé que para el próximo mes de abril puedan estar finalizadas. Así se ha desprendido en la visita realizada esta mañana por parte del Teniente de Alcalde y concejal delegado de las áreas de Deportes y Medio Ambiente, Antonio Escámez; el Teniente de Alcalde y Concejal delegado de las áreas de Pueblos Anejos, Turismo y Agricultura, Francisco Villoslada que han podido conocer con detalle las instalaciones a través de Ángel Gijón, arquitecto responsable de la obra.
“Se trata de un edificio con una superficie de casi 130 metros cuadrados donde habrá dos salas de velatorio y que se caracteriza por su amplitud, su excelente iluminación y en el la elección de materiales van en total concordancia con el entorno”, ha explicado Francisco Villoslada, que ha mostrado su satisfacción por el buen desarrollo de las obras, que cuentan con un presupuesto que ronda los 200.000 euros y que se espera finalicen para el mes de abril, fecha a partir de la cual se comenzará a trabajar en la adjudicación del servicio.
Antonio Escámez ha felicitado a los vecinos de Calahonda y Carchuna porque “mientras en Motril hemos tenido que esperar 30 años para contar con un lugar donde llevar a cabo los velatorios, en una sola legislatura el Llano lo ha conseguido”. El edil ha indicado asimismo que aunque hay muchas posibilidades donde invertir, “la intención al hacer esta inversión de los Planes E del estado estaba muy clara, porque teníamos que ofrecer a los ciudadanos de estos dos anejos un espacio acorde con sus necesidades”.
Por su parte Ángel Gijón ha explicado las diferentes zonas de las que consta el edificio, destacando que se ha tenido un especial interés en construir un espacio donde el interior y el exterior estuvieran bien comunicados y donde se ha buscado una iluminación natural primando el ahorro energético, la arquitectura moderna y materiales novedosos y a la vez acordes con el entorno en el que se ubica.
