Torraspapel en huelga

Las casi cien (97) fábricas de papel que existen en España están en una huelga que comenzó el día 22 en el turno de noche (desde las diez hasta las seis de la madrugada) y que se prolongará durante 24 horas tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la patronal el pasado año tras la finalización de la vigencia del convenio del sector.

Así, la huelga comenzó en las fábricas de Motril y Mengíbar (donde comenzaba el turno) y fue refrendada por la totalidad de los trabajadores que se incorporaban o dejaban su puesto. Unas doscientas personas se manifestaron en las puertas de la fábrica motrileña con pitos y sirenas pero sin que se registrara ninguna incidencia. Tal y como explicó a EL FARO el representante de UGT, Plácido Leyva, el pasado día 16 de febrero se celebró una asamblea para informar a los trabajadores quienes mostraron todo su apoyo al parón al igual que lo hicieron aquellos que no acudieron por motivos de trabajo y que, posteriormente, fueron informados. A las 20:30 horas, el turno de tarde salió a la puerta de la fábrica motrileña para mostrar su apoyo al trabajo en el caso de que se llegara a un acuerdo fructífero para todas las partes.

La patronal ASPAPEL, según ha informado el sindicato UGT, mantiene suspendido “de manera deliberada” el convenio de Pasta, Papel y Cartón y, a día de hoy, no ha contestado a la última propuesta sindical enviada el 17 del pasado mes de noviembre. Se ha negado, asimismo, a tratar la plataforma sindical; es decir, no han querido poner en marcha un nuevo convenio y se niegan a negociar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores del sector. La última reunión se celebró en Madrid el mismo día en que dio comienzo la huelga desde el mediodía hasta llegada la noche sin llegar, finalmente, a buen fin.

Las jornadas laborales y el salario son los dos puntos más conflictivos de las negociaciones. Según Leyva, la patronal pretende imponer veinte días de libre disposición a los trabajadores: “En el caso que una persona acudiera a su puesto de trabajo y la máquina no pudiera funcionar se le mandaría de nuevo a casa con la respectiva pérdida parcial del salario”. En lo que respecta al sueldo, la patronal quiere dejarlo “en tablas” o, lo que es lo mismo, eliminar los pluses: “Un trabajador puede tener un sueldo base de mil euros y, con los pluses, subir a 1.200 euros. ASPAPEL prevé subirnos el sueldo que se quedaría en unos 1050 euros, por lo que no es válido”.

Para saber qué cantidad de dinero correspondería  haber cobrado de atrasos a cada trabajador por el IPC del 2010, hay que calcular el 3 por ciento del salario bruto del año anterior (2009) más la antigüedad personal que cada trabajador cobra anualmente.  Estos atrasos sólo se cobran si se pactan, y en el convenio acaban firmándose. Prolongar la firma del convenio podría poner en serio peligro  el cobro de estos atrasos.

Además dicha cantidad se suma al salario bruto, sirviendo como base de cálculo para el incremento del año posterior. Para saber lo que perdería cada trabajador de mantenerse la situación actual, hay que poner el sueldo bruto de cada trabajador en la primera casilla del 2010, añadir el 3 por ciento y usarlo como base para calcular el siguiente año. También se puede apreciar como la pérdida de cada año se consolidaría para siempre si no  quedara alguno de los años reflejado en convenio.

En el caso de que no se llegara a un acuerdo la huelga se repetirá el próximo día 3 de marzo en las mismas condiciones. Ésta ha sido, en este sentido, la primera huelga en la historia de este sector en España.

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