Cuando uno entra en política

Juan Pozo Teba

Cuando uno entra en política, lo hace para intentar mejorar lo que ya existe, lo hace por que hay un proyecto común, un proyecto global. Pero cuando va pasando el tiempo y observas que ese proyecto en el que te ves inmerso se convierte en un proyecto individualista, comienzas a pensar que allí no pintas nada. Te das cuenta que te vuelves un simple alza manos que no representa los intereses de Salobreña. Mi proyecto ha sido, es y será Salobreña, así se llama el proyecto: «Salobreña», y nada tiene que ver con el proyecto personalista de una o varias personas.

Salobreña es el fin primordial cuando uno se convierte en político, no hay otro objetivo. Hacer lo mejor por tu pueblo, por los vecinos de la villa es la tarea que desde un sillón del consistorio se debe llevar a cabo. Nos debemos olvidar de los intereses personales, de la foto, de la actitud sectaria y partidista de los grandes partidos políticos, solo tenemos que mirar hacia el futuro para darnos cuenta que Salobreña es el pueblo que merece la mayor proyección de la costa e incluso de la provincia.

Son momentos de arrimar el hombro, de mirar positivamente al futuro, y sobre todo mirar al desarrollo de nuestro pueblo, de Salobreña; no es momento de mirarse el ombligo, no es el momento de políticas personalistas, ni presidencialistas, ni políticas egoístas.

Por todo esto, hoy he presentado mi dimisión del partido socialista; por todo esto hoy he decidido seguir defendiendo los intereses de Salobreña desde el grupo de los no adscritos. Por sensatez política, por honradez ciudadana, un representante del pueblo tiene que estar junto a su pueblo, junto a los vecinos y no ser un engranaje de una maquinaria que engulle la realidad.

Yo estaré el tiempo que me queda como concejal al lado de los vecinos de Salobreña para defender sus intereses lo mejor que pueda desde una oposición constructiva.

A los grandes partidos solo les interesan los resultados electorales, en ocasiones dando la espalda a la ciudadanía y sin contemplar las verdaderas necesidades que se generan. Salobreña esta hundida en una crisis de la que, con tesón, imaginación y trabajo, puede salir. Pero si observamos, los partidos políticos lo único que procuran es ponerse la zancadilla uno a otro, y mientras el pueblo anclado en el pasado.

A partir de hoy, comienzo con ilusión una nueva etapa que espero sea provechosa para el pueblo de Salobreña.

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