Mientras tanto, el Ingenio de Vélez Málaga o el Plaza de Roquetas de Mar son un destino seguro en los días libres de motrileños y demás habitantes de la Comarca.
En Motril, no obstante, existe un sector comercial libre caracterizado por los tradicionales comercios familiares pero que, día a día, se viene reforzando con el trabajo de la Asociación de Comerciantes –empeñados en integrar esta actividad comercial en el núcleo de la vida social de Motril- y el área de Comercio desde donde se ha elaborado un estudio del sector «para conocer la características y así usarlo de herramienta para su revitalización» (Estudio del sector comercial de Motril realizado por Dominus S.L).
Así en Motril existen tres zonas donde se concentra el 75 por ciento del comercio: la zona Centro, con un 44 por ciento de comercios dedicados a artículos de equipamiento personal y un 18,5 por ciento de tiendas especializadas; la calle Ancha, donde predominan los negocios dedicados al hogar; en la Rambla de Los Álamos ganan el ranking las tiendas de bebidas y alimentación.
El mercado de abastos es la gran espina del sector en Motril. A pesar de la variedad y calidad de los productos ofrecidos, el actual estilo de vida en el que los horarios de la mayoría de las personas les impiden pasear por ‘la plaza’ en busca de sus necesidades, desbancó al mercado en pro de las grandes superficies afincadas en la ciudad. Para solucionar esto, comerciantes del mercado y responsables municipales se pusieron a trabajar para revitalizar tan tradicional lugar.
Así, los horarios se han ampliado hasta el punto de que los puestos dedicados a productos no perecederos permanecen abiertos por la tarde. Se ha instalado, igualmente, una cafetería y se han puesto a funcionar puestos dedicados a la nutrición o a la moda. La Asociación de Comerciantes, por su parte y sin que se haya puesto nada en marcha, tenía en mente la idea de incluir un supermercado y un parking en el seno del mercado. Con ello pretendían que «una persona vaya al mercado con su coche y poder aparcar; podría comprar carnes, pescados y mariscos en los puestos de siempre y terminar su compras en el super». Este pensamiento es, de momento, agua de borrajas ya que nada se ha hecho.