Cooperación Internacional de la Diputación de Granada inicia la próxima semana una campaña de sensibilización y formación entre los alumnos de varios institutos de la provincia sobre las posibilidades que ofrece el comercio justo y los beneficios que obtienen de él pequeñas comunidades productoras que no tienen cabida dentro de los mercados globalizados. Los jóvenes de los institutos de Íllora, Guadahortuna, Cogollos Vega, Moraleda de Zafayona y Fuente Vaqueros, unos trescientos en total, participarán en talleres formativos de dos horas donde aprenderán que es posible luchar contra la injusticia de unos mercados globalizados dominados por grandes multinacionales, contribuir a erradicar la pobreza de los países del Sur y no fomentar las violaciones de los derechos humanos con la adquisición de productos elaborados por niños.
La campaña, que se realiza en colaboración con las cooperativas Consumo Cuidado e Ideas, ambas dedicadas a la sensibilización con este tipo de actividad y a la comercialización de algunos productos -la segunda de ellas-, ha sido calificada hoy por el diputado responsable de Cooperación, Julio Bernardo, como “necesaria para hacer pensar a los ciudadanos que no siempre debemos comprar lo más barato sino aquellos productos que en su valor añadido tienen la supervivencia de una comunidad o la seguridad de que, en su elaboración, no ha participado nadie que haya visto violados sus derechos fundamentales, como los niños”.
Bernardo puso el ejemplo de los agricultores españoles que se quejan, continuamente, de los bajos precios en origen mientras sus productos ven multiplicado su precio en un gran porcentaje cuando llegan a los mercados centrales. “Esto mismo ocurre en los grandes mercados globalizados con cuyos precios no su puede competir desde las pequeñas explotaciones comunitarias por lo que tenemos que ayudarles, aunque se con el pago de un precio un poco más elevado, a que puedan mantenerse y aportar bienestar a sus familias”.
Teresa Fernández, responsable de Consumo Cuidado, explicó que en sus actuaciones distinguen tres tipos de consumos “el que no tiene límites para el que recomendamos una reducción porque todo lo que compramos aquí tiene su repercusión en los países del Sur, un segundo que es lo que se conoce como comercio justo y por último el consumo ecológico”. Por su parte, Mar Zamora, responsable de educación en la cooperativa cordobesa Ideas, destacó la importancia de “trabajar por crear un puente entre el Norte y el Sur para que todos los agentes que intervienen en el mercado mundial lo hagan con los mismos derechos”.
Cooperación Internacional de la Diputación de Granada inicia la próxima semana una campaña de sensibilización y formación entre los alumnos de varios institutos de la provincia sobre las posibilidades que ofrece el comercio justo y los beneficios que obtienen de él pequeñas comunidades productoras que no tienen cabida dentro de los mercados globalizados. Los jóvenes de los institutos de Íllora, Guadahortuna, Cogollos Vega, Moraleda de Zafayona y Fuente Vaqueros, unos trescientos en total, participarán en talleres formativos de dos horas donde aprenderán que es posible luchar contra la injusticia de unos mercados globalizados dominados por grandes multinacionales, contribuir a erradicar la pobreza de los países del Sur y no fomentar las violaciones de los derechos humanos con la adquisición de productos elaborados por niños.
La campaña, que se realiza en colaboración con las cooperativas Consumo Cuidado e Ideas, ambas dedicadas a la sensibilización con este tipo de actividad y a la comercialización de algunos productos -la segunda de ellas-, ha sido calificada hoy por el diputado responsable de Cooperación, Julio Bernardo, como “necesaria para hacer pensar a los ciudadanos que no siempre debemos comprar lo más barato sino aquellos productos que en su valor añadido tienen la supervivencia de una comunidad o la seguridad de que, en su elaboración, no ha participado nadie que haya visto violados sus derechos fundamentales, como los niños”.
Bernardo puso el ejemplo de los agricultores españoles que se quejan, continuamente, de los bajos precios en origen mientras sus productos ven multiplicado su precio en un gran porcentaje cuando llegan a los mercados centrales. “Esto mismo ocurre en los grandes mercados globalizados con cuyos precios no su puede competir desde las pequeñas explotaciones comunitarias por lo que tenemos que ayudarles, aunque se con el pago de un precio un poco más elevado, a que puedan mantenerse y aportar bienestar a sus familias”.
Teresa Fernández, responsable de Consumo Cuidado, explicó que en sus actuaciones distinguen tres tipos de consumos “el que no tiene límites para el que recomendamos una reducción porque todo lo que compramos aquí tiene su repercusión en los países del Sur, un segundo que es lo que se conoce como comercio justo y por último el consumo ecológico”. Por su parte, Mar Zamora, responsable de educación en la cooperativa cordobesa Ideas, destacó la importancia de “trabajar por crear un puente entre el Norte y el Sur para que todos los agentes que intervienen en el mercado mundial lo hagan con los mismos derechos”.