En cumplimiento de la llamada Ley Sinde -más infame entre los internautas que las cadenas de mails con amenaza de matanza de gatitos-, efectivos policiales han clausurado el prostíbulo «Los Perineos», situado en el kilómetro 56 de la carretera que une los municipios de Villañordosa de Cuesquetes y Prados del Orco. La clausura se llevó a cabo por orden de la SGAE, con la mediación de la Comisión de Propiedad Intelectual. «No puede ser que la gente se dedique a descargar con tanto alborozo y con total impunidad. Hay que poner fin a esta situación», arguyen fuentes de la SGAE.
La policía cerró el puticlub en plena madrugada y detuvo a todos los presentes en el establecimiento. Fuencislo O. G. T., vecino de la zona y cliente habitual de «Los Perineos», fue forzado a abandonar el local, del que tuvo que salir inmovilizado por dos agentes policiales, con las manos esposadas a la espalda, la chorra fuera y el peinado de tejadillo dantescamente alborotado. «¡Descargar no es un crimen! ¡Nos da mucha alegría a la gente!», exclamaba Fuencislo a su salida de la casa de lenocinio, sin dejar de forcejear con los agentes y con un goterón viscoso penduleándole desde la punta de la picha.
Chari, una de las meretrices más veteranas del local, experta en echar polvos conejeros a gran velocidad y apodada Rapid-Chari por ello, declaró a la prensa: «No pueden ponerle puertas al campo. Este tipo de descargas son como las que hacíamos cuando íbamos al instituto, entre amigos, por compartir y por probar. Es sólo que el progreso ha hecho que ahora podamos llegar a más gente, es decir, desde que arreglaron la carretera intercomarcal y la asfaltaron como Dios manda nos llegan muchos más camioneros.»
Torrenciana Peláez, alcahueta bisexual a la que llaman la bi Torren, no dudó en aportar su opinión: «¿Cambiar el modelo de negocio? Pues claro que hay que cambiar el modelo de negocio. Yo antes trabajaba de pescadera pero con esto del puterío saco mucho más. Digo.»