La vieja locomotora socialdemócrata en España

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La vieja locomotora socialdemócrata en España

NARIANO GUTIÉRREZ TERRÓN -Militante Socialista-

En las últimas jornadas de la  Escuela de Gobierno del PSOE, se lamentaba el “Ministro eterno” (en el PSOE ministro eterno solo hay uno), del rumbo que estaba tomando el Partido y decía textualmente “Yo no estoy contento con nuestro partido. Vosotros tampoco”, y como casi siempre “el ministro” acierta.

La máxima del Conde de Romanones: “Dejarles que hagan las leyes que quieran, que yo haré los reglamentos”, también ha funcionado en el PSOE de Pedro Sánchez. Aprobamos después de una trabajosa campaña de primarias, en el 39 Congreso Federal unos Estatutos que abrían el partido no solo a los militantes sino también a la sociedad, la democracia interna se reflejaba en elección de Candidatos a todos los niveles por PRIMARIAS ABIERTAS, (Presidentes de Gobierno, Autonómicos, Alcaldes y de Diputación), listas electorales de todo tipo participadas por la militancia, en definitiva un baño de democracia interna. Después del Reglamento —nuestro gozo en un pozo—, para poner un ejemplo en Granada, solo tenemos dos ciudades de más de cincuenta mil habitantes, la capital y Motril en las dos con Alcaldes/a socialista: para hacer primarias abiertas tendría que solicitarlo más del cincuenta por ciento de la militancia inscrita —imposible ¿verdad?—. En estas dos ciudades los candidatos los han nombrado la oposición que es quien mantiene en el gobierno a Paco Cuenca y a Flor Almón. El resto de listas como siempre.

Lleva razón Javier Solana, todos estamos descontentos, aunque no por las mismas cosas. En un partido donde tiene que convivir por una parte el noble cuerpo geriátrico de la victoria del 82, léase: González, Guerra, Solana, Almunia y un largo etc… y sus seguidores que, han seguido adaptándose a lo largo de su vida a la Europa Liberal y piden voz en grito la acomodación a sus principios de reformas laborales, forma de contrarrestar la crisis económica, sofocar los brotes nacionalistas, apoyo a la alemana que en España es a Gobiernos Neoliberales y corruptos y otras acomodaciones para no ser acusados de montaraces.

Por otra parte en el PSOE, también conviven viejos  que no nos hemos dejado hipnotizar solo por lo posible, también jóvenes y menos jóvenes que no nos resignamos a ser meros comparsas de los liberales, que no nos plegamos al poder de los lobbies financieros y económicos, a las clases  pudientes y a  sus medios de comunicación.

Y claro, se produce un descontento interno: unos porque  solo piensan en el arte de lo posible, repito,  que no es otra cosa que colaborar con  partidos conservadores y neoliberales, para que las políticas públicas vayan en la dirección del mundo económico y financiero, y de esa forma quedarán algunas migajas para los demás, es decir, creen que los sectores económicos más pudientes de la sociedad tiran de España y su apoyo debe ser a costa del sacrificio de las rentas de las clases medias y populares.

Son los que dicen que para salir de la crisis, hay que apoyar sin fisuras las reformas laborales que debilitan a los trabajadores y bajar los salarios, aumentar la precariedad, los que apoyan políticas fiscales regresivas a las rentas superiores, por ejemplo supresión o casi de los (Impuestos de sucesiones y donaciones en Andalucía), recortes de transferencias y servicios públicos (sanidad, educación, asistencia social y dependencia y ahora también recortes a las pensiones ¡hay que apoyarles, si o si por el bien de España y para salir de la crisis! Son los que prefieren gobernar en sociedad con la derecha para mantener su estatus, aunque no puedan poner en marcha políticas progresistas y de reducción de las desigualdades.

Afortunadamente con estos “socialistas” también convivimos los que aún creemos en que otro mundo es posible y que es mejor estar en la oposición  intentando convencer a los ciudadanos de que hay alternativas.

Quizás ya no exista la izquierda y la derecha, en la concepción marxista del término, sin embargo la socialdemocracia europea salida después de las dos Grandes Guerras, creó y aplico el  Estado Social, que es un nivel por encima del Estado de Bienestar, que  defendió durante más de 50 años a lo largo del siglo XX , Los que creemos que ese  Estado Social, creado en torno a los derechos fundamentales de la Educación, la salud, la jubilación, el acceso a la cultura, el apoyo en la lucha contra la dependencia y la igualdad de género defendemos y sabemos que todo es posible y es paralelo a la Gran Reforma Fiscal que después de las dos Guerras Mundiales, aceptaron también los conservadores.

Dice Thomas Piketty que “La constitución de un Estado Social se corresponde en lo esencial al desarrollo de un Estado Fiscal” de impuestos progresivos, donde los grandes ingresos han pagado bastante más que los ingresos medios y casi nulos de la sociedad actual. Sin embargo en  España en los pasados 40 años de dictadura, eso no pasó, por lo tanto aumentaron las desigualdades bastante más que en Europa. Y ahora tampoco pasa.

Hoy está suficientemente —Piketty dici— contrastado que la economía de mercado, abandonada a sí misma, contiene en su seno fuerzas de convergencias importantes, relacionadas sobre todo con la difusión del conocimiento y de cualificaciones, pero también poderosas fuerzas de divergencia, potencialmente amenazadoras para nuestras sociedades democráticas y para los valores de justicia social en que están basadas, el aumento de las desigualdades.

Habrá desaparecido la izquierda y derecha, pero en esta sociedad actual, el empresario tiende a dominar cada vez más a quienes solo tiene su trabajo. Las consecuencias pueden ser temibles para la dinámica de la distribución de la riqueza a largo plazo. Los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Quizás no exista la derecha y la izquierda pero esto se sigue pareciendo mucho. ¿Cómo  vamos a estar contentos compañero Solana

¡¡¡No a la fiscalidad regresiva!!!

Mariano Gutiérrez Terrón

Ex Diputado Nacional

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